Si a menudo sientes curiosidad por explotar tu creatividad pero no te ves capaz de aplicarla en diseños digitales, ya sea porque no tienes los conocimientos o no te crees capaz de dar los primeros pasos, puede que estos consejos básicos te den ese pequeño empujoncito que necesitas para empezar en diseño gráfico.
Es fácil pensar que el diseño gráfico requiere de ciertas habilidades innatas para desarrollar originales capaces de trasmitir aquello que tenemos en mente, pero si te centras en el proceso y dedicas las horas necesarias, cualquiera puede crear todo lo que se le ocurra.
Todas las partes del proceso de diseño son esenciales, pero si tuviera que escoger la más importante, esa es la investigación. Es muy complicado trabajar a partir de un lienzo en blanco sin inspirarnos en nada, y eso habitualmente nos conduce a la frustración, la negatividad, y la falsa percepción de creernos incapaces.
Llénate de ideas. Inspírate en todo tipo de trabajos, investiga; sé un detective.
Internet nos ofrece un amplio abanico de diseños gráficos creativos para cualquier soporte que podamos imaginar: gráficos en prensa, redes sociales, interactivos, diseños digitales, 3D, street-art, … Estimula tu cerebro y será tu mejor aliado. Pero recuerda, observar e inspirarse no es copiar, eso está feo.
El siguiente paso es focalizar. Debemos tener muy claro cuál es nuestro objetivo para dirigir la creatividad hacia un punto. ¿Vamos a hacer un dosier? ¿Un diseño para redes sociales? ¿Probablemente necesitemos diseñar un logotipo? Concreta, resume tus ideas y, sobre todo, prepárate para desechar todo aquello que no te sirva. Ya sabes, lo poco gusta y lo mucho cansa.
Cuando ya sabes qué tienes que hacer, es la hora del famoso brainstorming. Lo que coloquialmente traducimos como “escupir ideas”. Otra parte esencial del proceso de diseño es dejar que aflore tu creatividad, y para ello no hay mejor método que eliminar los filtros y comenzar a plasmar todo aquello que se te ocurra. Piensa a lo grande, coge un A3, un rotulador, y dibuja todo lo que se te pase por la mente. Si sois varias personas, hacedlo en grupo. Es vital estamparlo todo en un papel, ya que esto nos permitirá tener un refresco constante de unas ideas sobre otras hasta llegar al sobresaliente.
Si ya tienes el concepto, queda diseñarlo. La parte técnica. Quizás es esa parte que suele dar más miedo, y la que necesita más horas de práctica para llegar a los mejores resultados. El único truco es el tiempo. Cuanto más tiempo le dediques, mejor lo harás. No hay nada como perderse en el océano de los videotutoriales para entender para qué utilizo la flecha blanca, la pluma, la mesa de trabajo o las máscaras. Todo lo que te parece ininteligible el primer día, no es más que una herramienta lógica que necesita una explicación sencilla. Deja que te lo expliquen, y pronto serás tú quien acabe haciéndolo.